miércoles, 17 de abril de 2019

Liquidámbar, árbol de otoño





Tu pintoresca fronda regocija
la despedida urgente del verano;
queremos enlazarlo con la mano,
pero sólo nos deja una sortija

de algún sarmiento que el color no fija
embelesando a algún árbol ufano
con verdes engañosos muy temprano,.
pues no ve el ámbar entre sus rendijas.

Y por la tarde cálida paleta
pinta en la copa gualda, ocre y castaño
 que el otoño salpica como estaño.

Cada hoja anaranjada es una aleta,
de mariposas que aman la glorieta
hasta alfombrar su suelo año tras año

y entretejer un paño
que canta cuando pasan caminantes
y susurra de amor con los amantes.


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