domingo, 31 de marzo de 2019

Primera armonìa





Hay pájaros que anidan en mi frente un momento, 
me ofrecen una pluma con historias viajeras,
 y transcribo sus cantos como fiel pasajera
 que sus alas transportan en un antiguo cuento.


 Tal vez fui Pulgarcita -recojo en mi memento-
y hallé una golondrina herida en las afueras;
 las dos fuimos un día alegres compañeras 
y surcamos los aires con los soplos del viento


tras pájaros azules e ilusiones rosadas 
que en mi mente anidaban buscando la poesía 
en los torrentes claros de fuentes encantadas.


 De aquel vuelo ha aprendido la eterna melodía
 como otra ave canora de cerúleas bandadas,
 entre escalas y arpegios, feliz, el alma mía.

Claroscuro



Una puerta celeste he descubierto
tras el dosel rosado de la luna
y de pronto me encuentro ante la duna
de un universo insólito e incierto.

Tal vez dormida pienso que despierto
y la rueda fugaz de la fortuna
me arroja hacia el futuro de una runa
que anuncia displicente que ya he muerto.

Y la laguna ambigua me refleja,
esperando el balandro del destino,
cuando se hunde mi pie como una almeja

en el musgo fangoso del camino
y al librarme mi mente se despeja
de la onírica niebla en esfumino.