Tal vez la noche llegue a su confín
tras la rauda carrera de los renos
y despliegue el joyel de su jardín
Quizás encienda lágrimas de tul
el rubio girasol de la pradera
y despierte en un sueño más azul
Y al rítmico galope del cincel,
vibren cuerdas perdidas del laúd
por un tiempo con alma de arlequín.
por un tiempo con alma de arlequín.