miércoles, 18 de diciembre de 2013

Romance Navideño


Sobre el tapiz de la noche
se encendieron las candelas,
desde edredones de nubes
de satinadas guedejas,
se ve el cuerno de la luna
que platinado espejea,
entre mantillas de espuma
y esplendor de lentejuelas.
El arroyo rumoroso
por las piedras serpentea,
soplando claras burbujas
y laminadas estelas;
en la senda resplandece
el esmeril de la arena
junto a una fronda de pinos
que las orillas bordean.

Llegan dos niños cantando
tonadas de Nochebuena
y uno le pregunta al otro
en tono de confidencia:
-¿Qué le pides al Señor?
-Le pediré la leyenda
de un corazón perfumado
con fragancia de gardenias.
Y tú, ¿qué quieres de Dios?
-Que haya trigos en las mesas
y sonrisas generosas
en los hombres de la tierra
Se alejaron los dos niños
entre guiños de luciérnagas,
y un perfume mentolado
ascendía por las sierras.
De los árboles llovía
roja grana de cerezas
y palomitas de azúcar
salpicaban las laderas.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Verano de eterlunas

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 Y hoy te ves transparente, fantasma silencioso,
desde el pinar observo tu casa en la espesura;
 recreas la candente historia de algún libro,
ajeno a toda cita que escape a la aventura.
Habitante  de mi alma destilas los misterios
que estremecen las aguas encantadas de hondura
y  estrellas amistosas reflejan ilusiones
de flotantes magnolias espléndidas de albura,
mientras el  claro estanque festeja los perfumes
que salpica la vida con gotas de ternura.



Cerca de tu ventana, feliz, voy dibujando
tu enamorada imagen, tu cabello entrecano.
Hueras las soledades duermen en la penumbra,
vencidas por las horas del  andariego arcano,
azules de nocturnos y auroras prometidas
que atestiguan las hojas del boscaje cercano.
Fatigaremos juntos la enramada calleja
por caminos cruzados de flores de manzano
que caen desde tu monte por blancos caseríos,
al filo de eterlunas del sueño virgiliano.
 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Noche de inspiración


 
 
Son tropeles de frases desafiantes,
desfilando en celeste cabalgata,
 galopan como potros sin sosiego,
resueltas a saltar todas las vallas.
 Y al sol, cuando esperamos su regreso, 
las vemos esfumarse en la ensenada,
tan vengativas como indiferentes
o ajenas canturreando serenatas.
Todo es penumbra, entre rompiente y bruma,
cuando los ojos velan la jornada
bajo una lluvia azul de pensamientos
discurren seductoras las palabras.
Ya mis  labios ensayan los sonidos
que mis dedos dibujan en la almohada,
pasarelas de sueños errabundos
retumban  entre cascos por la playa
y en los portales de la misma sombra
hay relinchos de luz en la posada,
bajo el embrujo que transforma al verso
en  caballos de luna y madrugada.


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domingo, 27 de octubre de 2013

Mi capitán





Soy tu niña-grumete, capitán, me conoces
sigo tu derrotero desde Madryn a Ushuaia
peces de azul platino florecen en las ondas
  y espejan soles de iris entre chispazos de agua.
La nube de gaviotas que pinta el níveo cielo
despierta los caireles de la lluvia temprana,
xilofón de los vientos sobre el basalto antiguo
desgrana los arpegios que estrena la mañana.

Voy abrevando el día sobre el raudo  trineo
corcoveando el oleaje, buscando tu fragata.
Me guía una ballena, amiga de aventuras,
que me cuenta prodigios que guarda tu bitácora,
con ecos del arrullo que cantan los delfines
 frente a un harén de focas y a un lobo que descansa,
soñando  itinerantes desfiles de pingüïnos
y un  ballet de toninas en ondulante danza.

De mi hamaca a tus velas resta un glaciar incierto
que azulean mis ojos buscando tu mirada,
coronada de espuma me aferro a tus cordajes
que columpian mi arreo sobre olas encrespadas
y la escala de gato se torna mi trapecio
al trepar mis esquíes por tu borda fantasma.
Capitán, me conoces, admite mi osadía
soy tu impulso, tu estela, la escriba de tu saga.


viernes, 11 de octubre de 2013

Como norna del tiempo




Como norna del tiempo te espío en mis veladas
al azar por el mundo en alta madrugada,
voy bordando tu nombre en la red de mi trama,
 en azul claroscuro bajo un cielo de plata
que florece en destellos detrás de tu ventana.
Y se encienden los sueños en fascinante danza
para hilar las leyendas con bolillos de nácar,
            trenzando tus espigas que brillan más doradas,                
cuando las horas giran y lentas se desgranan
sin regreso, entre brumas de misterio y nostalgia,
Sigilosa te observo, atenta a tu tardanza
como norna del tiempo forastera y arcana,
centinela en mi otero que destila fragancias,
coronada por hojas en mi verde atalaya,
pendiente de tu impulso, tejiendo tu mañana,
tus ayeres de olvido, tus presentes que escapan,
ajeno al viento esquivo que estremece la flama,
agitando el follaje que me sirve de almohada,
muy lejos del camino que abarca tu mirada.