sábado, 14 de octubre de 2017

El examen




-Tienes el sol sobre la frente, nieto,
te irá bien, con mi beso lo he sentido.
-¡Debe ser  fiebre, abuela, estoy molido!,
no pude descansar y estoy inquieto.

Ha quedado aquel ático obsoleto
el día del examen tan temido;
la noche en vela ya pasó, y se ha ido
 el chico a desafiar el arduo reto.

La anciana está ordenando los papeles;
 gira su bolillero el estudiante,
 deseando superar altos niveles.

El aula resplandece en ese instante,
los números deseados llegan fieles
y muestra las bolillas al pasante.

 Resuena ya triunfante
la voz que expone el tema con firmeza,
mientras la abuela en la buhardilla reza:
“Que el sol llene de luces su cabeza".











jueves, 5 de octubre de 2017

Dulce hechicera


Mi escoba voladora me ha llevado hasta Oriente
para cambiar sus juncos en factorías persas,
y un manojo de hierbas perfumadas y tersas
flotan bajo las nubes en mi viaje impaciente,

He visitado el templo de un dragón diligente,
quien me ha enseñado vuelos y maniobras diversas.
Hombre, aunque tú lo intentes con la pared conversas:
sólo cuenta secretos a la mujer valiente

que le hable dulcemente, pues se entristece solo,
 en cráteres helados con ígneos samovares
que cargan las usinas con el soplo de Eolo,

y ese viento vehemente me ha lanzado a los mares,
donde he entrado en el sueño de un delfín que en el polo
jugaba con sirenas y me alzó en sus altares.


Extraños avatares
de una hechicera en vuelo, amiga de dragones,
que fascina a cetáceos con arpas sin arpones,
y el polen de asteriscos de sus escobillones.




jueves, 28 de septiembre de 2017

La niña del vado




Hoy la boca del muro se ha cerrado
y con ella la voz de la confianza,
no canta ya la niña en la esperanza
de nadar con los peces en el vado.

El brujo su secreto ha develado,
la tiene prisionera y no hay templanza
en su carácter rudo ni añoranza
de aquellos dulces juegos del pasado.

No le basta la torre para encierro
la ha privado del sol y del paisaje
 y asegura el cerrojo con el hierro,

porque la vio danzando en el anclaje
y temiendo sus celos algún yerro,
el captor evitó un futuro ultraje.

Mas se olvida del paje,
que es leal a la niña y con la soga
trepa por aquel muro que la ahoga:
el bote espera abajo entre el celaje
que la aurora boreal alumbre el viaje.











jueves, 21 de septiembre de 2017

Equinoccios y solsticios


 Me alegra que te marches, prolongado solsticio,
anhelo que florezca la desolada huerta
no te escondas artero por detrás la puerta,
 pues se cuela aire frío por un tenue resquicio.

Equinoccio, prodiga tu color y el bullicio
por patios o jardines, si la vida despierta,
que las flores recuerden por fin la voz de alerta
y exhiban sus corolas espiando por el quicio

de ventanas abiertas y rejas perfumadas
con fragantes jazmines y rosas diminutas,
que desplieguen sus redes con impulso selvático

de ráfagas marinas huyendo por las radas,
que orienten al viajero por la sal en las rutas
 y el ansia de las moras irrumpa por mi ático,





miércoles, 20 de septiembre de 2017

Margarita y mariposa






La niña preguntó a la mariposa:
-¿Por qué esa blanca flor lleva mi nombre?
No es que su encanto y prodigalidad me asombre,
aunque no niego que soy muy curiosa.

“Quiero un jazmín, o el alhelí y la rosa
soy el floricultor -me dijo un hombre-,
busco un tapiz que la pradera alfombre
con su belleza nívea y luminosa.”

-Silvestre es el encanto que te habita,
pues tu modestia fluye desde el centro
del foco de oro en que la vida asoma;

 por eso, si te llamas Margarita,
verás que el sol te mira desde adentro
e irradia rubio y campesino aroma.

 Por detrás de la loma,
la sabia mariposa con premura
revoloteó detrás la espesura.




La frambuesa, el unicornio y yo


Cariñoso potrillo, me visto de princesa
para explorar contigo los bosques del ensueño
y encontrar en su fronda, si busco con empeño, 
el mensaje de un duende o alguna otra sorpresa.

Junto a la fuente clara me invita una frambuesa
a pintarte los belfos con su jugo y, risueño, 
 me miras esperrando que se llene el barreño
con la fruta exquisita que agridulce nos besa.

Hoy luces el bonete, pirulí o caramelo,
que en tu frente un demiurgo pinceló en su locura
con mágicas pociones, y emprendo la aventura,

desplegando las alas que nos llevan al cielo,
porque el zumo de frutas jugó su travesura, 
y planeando en el éter  remontamos el vuelo.

Y el enigma revelo
del cerco de frambuesas encantado
que nos regala el misterioso hado.



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Frente al sol


domingo, 17 de septiembre de 2017

Por siempre, Pequi González



Quien dice que los gatos son interesados
no conoce los gatos.
Tú no querías nada, tan sólo saludarnos en la cena
Venías  despacito, 
con tu estilo muy fino y elegante
como ensayando el paso delicado
de un etéreo ballet en blanco terciopelo
con tus suaves polainas silenciosas
que lustraban con mimo la madera.
“Aquí estoy”-anunciabas- para dar tu presente
(que hoy me hace tanta falta),
y nos mirabas
con tus ojos tan verdes y orientales,
entornados con dulce complacencia,
mensajeros de amor correspondido…
Ausencia inesperada...  
Cuarenta y siete días y te añoro,
quiero decirte adiós, 
pero no puedo,
si hasta me duele el alma,
con la genuina revelación de su existencia,
 porque duele
de una manera atroz
 e irrevocable en las partidas.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Fresno mágico

 
La nieve tapizaba la pradera,
se helaba el fresno seco con un ruego:
“Si me anima la lluvia con su riego
tal vez renazca con la primavera....”

Las estrellas temblaron en su estera:
“Este árbol tiene tal desasosiego
que ni al rayo, a sus sierpes o a su fuego
le teme en esa súplica postrera.”

Filtraron con un guiño inteligente
sus haces el cedazo de la luna
para besar los surcos del ramaje

y despertó la savia que impaciente
bajo el mágico auspicio de una runa
pintó flores de luz en el paisaje.

Encantado boscaje
donde los astros en cordial alianza
alumbran la belleza y la esperanza.




viernes, 1 de septiembre de 2017

A Miguel de Cervantes





Miguel, yo te venero, tu prosa me  enamora,
eres, sin duda alguna, señor entre señores,
como tu caballero mereces los honores
de seguir sus caminos en la tarde que aflora.

Acaso  me he sentido Marcela, la pastora,
con su blusa bordada y mi falda de flores,
 mimando a mis  corderos, silbando a los azores,
libres entre collados, al estrenar la aurora.

Y a veces Dorotea, triste y abandonada,
con inciertas promesas y su sueño perdido,
doncella vengadora que cambió su vestido

  por prendas de muchacho, al bordear la cascada.
Quiero ser otra rosa por tu pluma inventada
sálvame con tu historia del frío del olvido.

Pues sueño con mi nido,
alero de cartón de tapas rojas
mi sangre, tinta azul entre tus hojas.







domingo, 2 de julio de 2017

Versos y esencias




Por los bosques celestes vuelan versos y prosas
que recitan los ángeles en alegre albedrío,
 entre hojas de cantares que acarician el frío,
matizando el invierno con luces vaporosas

Sobre el lienzo salpican alegres mariposas
al colorear el aire con tornasol de estío,
nimbando los celajes en las ondas del río
que esmaltan tus pinceles con alas luminosas.

Y el verso acompasado de armónica cadencia,
al ritmo de la lluvias de albores irisadas
se desgrana en arpegios animados de esencias

en acordes que escoltan con mística balada
los silbidos del viento desde un canto de ausencia
más allá del océano en la azul marejada.





sábado, 1 de julio de 2017

Entre azules



Al sol del mediodía tus lavandas
embriagan de color y de perfume
y un capote de flores que presume
te ofrece el campo en ricas hopalandas.
Busca un delfín con rondas cristalinas
aguamarinas
entre la espuma,
desde la bruma
despierta el cielo.
Libre del velo
flamea esplendorosa tu bandera
y el viento esparce azules por doquiera.´




domingo, 18 de junio de 2017

Mi glaciar


En  mi islote de hielo me siento una princesa
cuando el sol se derrama en brillantes reflejos,
que despliegan matices de la piedra turquesa
mientras la voz del ogro rebota en sus espejos.

Y la isla es fragata cuando la besa el agua
ccn sus velas translúcidas que miran al poniente,
mientras rondo su casco con mi frágil piragua
o los remos salpican granizo del relente.

Carámbanos de escarcha y verdes abanicos
en témpanos viajeros de estrellas infinitas
ascienden sobre el lago en albos tenderetes.

Y el glaciar es castillo con sus gélidos picos,
con sus góticos arcos radiando estalagmitas
en glaucos alamares y azulosos ribetes

de inmaculados príncipes que en bandas de jinetes
 del alto cielo diáfano, sobre el aire de raso
vuelan hacia la hoguera rojiza del ocaso.












domingo, 28 de mayo de 2017

Diálogo entre el abuelo y su nieto








-Abuelo, a veces pienso que quiero ser maestro
 -Enseñar a los otros es tarea muy noble
  con tesón y paciencia armas tu juego doble,
 y ese don pedagógico se enciende con tu estro.

 - Pero además, abuelo, quiero ser ebanista,
  trabajar la madera, con estilo y con gracia
  o pintar sobre el lienzo flores y hojas de acacia
  -Entonces, niño mío, tu quieres ser artista.

-Y también ser poeta, ¿es difícil, abuelo,
       escribir esos versos que lee mi profesora?
-Sólo hay que oír las voces de algún ángel del cielo…

 Cuando éste nos habita, toda el alma se dora,
       entonces las palabras van remontando vuelo
       como azules cocuyos en la mágica hora.
      
       Y la poesía mora
     en la mente, el cuaderno, el pliego o la pantalla,
     y el corazón aflora
      o es flor que va exhalando perfume y no se calla.




miércoles, 17 de mayo de 2017

Femina habilis



No eras “femina sapiens” todavia
cuando la fronda te  prestó su abrigo,
y otras quisieron pernoctar contigo
en la selvática humedad sombría.

Ellos oteaban en la lejanía,
vosotras tras el  plátano o el higo
para endulzar al temerario amigo,
que tal vez ya soñaba cacería…

Ardi o Lucy seréis en la memoria
de los primeros clanes casi humanos
quisiera yo, una May, vivir la gloria

 de poder hamacarme con las manos
y vivir en lo oscuro de la historia
en total libertad con mis hermanos.




martes, 9 de mayo de 2017

El libro de los sueños





El libro de los sueños he encontrado,
escondido en la arena del desierto
a través de los siglos soterrado       
en un paisaje calcinado y yerto
por el fuego del sol en la hora plena
(tal vez llegar aquí valga la pena).
Oigo el silencio y páginas que escapan,
el viento glosa el incunable abierto
con la voz de las horas infinitas
en un idioma ignoto, mas no incierto
que revela la esencia primigenia, 
si el sabio soñador me hace la venia.
Todo voy descifrando ante mi asombro,
mientras abro los ojos y despierto
tendido entre las dunas reconozco:
mi cuerpo de tensiones ya liberto,
y un demiurgo sin nombre me señala
el tiempo de los dones y el mandala
donde  la eternidad se manifiesta
cuando todo transcurrey nada advierto,
 en la tarde embriagada de colores
por el manual de la ilusión  diserto
sobre ensueño, quimera y espejismo,
a salvo de bastiones de realismo.



´




viernes, 5 de mayo de 2017

Ojo universal



El gran ojo de Dios refleja el cielo,
y el mundo se resuelve en su pupila
que adensa la alba nube, si destila
un llanto de dolor en su pañuelo.

Es bálsamo el azul como consuelo,
si el sol nuestras tristezas encandila
con la tibieza de su luz tranquila
 que desgrana colores en el suelo.

Pues la naturaleza en su prodigio
descubre la alegría en los rincones
y no queda de sombra ni un vestigio,

floreciendo gavillas de ilusiones
 para realzar su ciclo con prestigio
y equilibrar la vida y sus pasiones.






lunes, 3 de abril de 2017

Miradas


Al mirar esos ojos -no sé quién será el dueño-,
mi corazón despierta con un roce de rosas,
y elijo el lapicero que habla de horas hermosas
 en las hojas de un libro que vuelan hacia el sueño.

Será algún nigromante que ha cambiado el diseño,
animando el desierto con su playa graciosa
ceñida por los mares y por la selva umbrosa
 con ágiles bandadas de un paisaje risueño.

El reloj se detiene en mi mundo que añora
vivir la fantasía desterrando ese ruido
de rutina y hastío que la vida deplora

con mágica añoranza de algún edén perdido
que el alma solitaria a veces rememora,
absorta en embelesos que borran el olvido.

martes, 28 de marzo de 2017

Hilandera de luz


¿Y es Jean Gray, quizá Selene o Rapunzel
la hilandera que proyecta su papel
con luz ámbar de limón en aluvión   
y decide si hay nocturno o claridad,
mientras duerme o se despierta la ciudad?
Media luna o áurea pluma es esa cuna
que ha mecido a nuestra diosa esplendorosa
cuyo pelo irradia sol, ése es el rol
de esa regia aurora austral, meridional
¿O es tal vez diosa boreal?
No es Laponia, es la blanca Patagonia.
bien sureña que derrama
el albor que urde la trama
de los días y las noches
 con los broches
del ocaso y la alborada
bien dorada y melodiosa
en las alas, en los silbos
 o en  el aire perfumado de las rosas
y en los sueños vespertinos de las cosas.


jueves, 23 de marzo de 2017

Ay, ave sideral... (Para un cuadro de Remedios Varo)


Ay, ave sideral, luna cautiva,
encerrada en la jaula de una torre.
prisioneras las dos, y el viento corre
las nubes de esa escala fugitiva.

Hoy la lluvia en mi verbo no es esquiva
que el estro del color nada se ahorre,
si el pincel de Remedios me socorre
con la luz de su genio siempre viva.

Y el albor titilante de una estela,
atrapada en las aspas de un molino,
haga girar la rauda manivela

en mis versos astrales de marino,
tripulantes del cosmos en la vela,
del barco de papel de mi destino.





domingo, 5 de febrero de 2017

Amores gatunos (Historia casi real)




Así se conocieron Linda y Teo,
una tarde de sol cuando mi gato
salió al jardín siguiendo un arrebato
y descubrió a su amiga en el paseo.

Todavía en las alas de Morfeo,
vi la versión felina del retrato
del hada de la nieve y en un rato
decidí atesorar su ronroneo.

Tres ovillos de nubes y otro bruno
jugaban en la cesta, ante mi asombro,
meses después faltaba la pareja.

Los críos se mudaron, quedó uno
que mira por encima de mi hombro
la luna que hoy desata la madeja.


Y en su cara refleja,
como si fuera un áureo camafeo,
 el misterio de amor de Linda y Teo.








viernes, 13 de enero de 2017

Iniciación


¿Quieres que te responda, mi tenaz pajarillo?
Si tu suave caricia me quiere enamorar,
sugiero que descifres el secreto del grillo
o que cambies tus cuerdas por diademas de azahar.

Son pruebas iniciáticas que forjan nuestro anillo,
lauros que un  caballero se afana por mostrar
para tejer el nido sobre un dulce membrillo
de ramas perfumadas con ventanas al mar.

Porque yo espero el cielo y el sol en nuestro altillo
y noches encantadas que nos dejen contar
lunas que las estrellas con su chispeante brillo
nos muestran, si entre sueños pretendemos volar.