miércoles, 30 de noviembre de 2016

Encuentro casual

     
Tu bicicleta asoma por angostas esquinas
de la ciudad perdida detrás de las montañas,
y el viento se divierte con bromas y  artimañas
 que dejan tras las ruedas surcos en serpentinas

Tu sombrero y tu falda  quieren ser golondrinas
y aletear con las rachas que desgajan las cañas,
quisieras refugiarte detrás de las cabañas
mas los viejos pedales rechazan las colinas.


Cuando ves la farola sobre aquella vidriera
una idea oportuna acude en tu socorro,
pero al golpear las manos vuela tu cabellera

y te quedas atónita cuando te alcanza el gorro.
aquel bello colega al pie de la escalera
seguido por los saltos de un travieso cachorro.



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viernes, 11 de noviembre de 2016

Naranjas y azahares





En un valle risueño el número de oro
se cuenta entre los gajos de frutos exquisitos,
iluminando el huerto con bellos farolitos
cuyas esferas guardan un cítrico tesoro. 

Sus mínimas estrellas eclipsan al meteoro
que cruza por las noches espacios infinitos,
y su esencia perfuma los amorosos ritos
de azahares y aleluyas cuando armoniza el coro, 

si la nave se enciende con las notas nupciales
encauzando el destino por cariñosas vías
desde aquella mañana con luz de naranjales,

y zumos milagrosos que alegraron los días
fortificando el cuerpo con nutrientes vitales,
que dieron al impulso pujantes energías.




martes, 8 de noviembre de 2016

Marinera




Era la hora de dorar ancla al sol, 
de tremolar gaviotas y pañuelos,
de aventar vela y ola hacia la espuma
de aquel mar de tritones y sirenas.
Estrenaste mantilla de manola,
claveles en la boca, chispera de sonrisas
y te lanzaste oceánica y corsaria
a correr agua y cielo, aventurera.
Al vuelo de tifones y huracanes,
tu velero rielaba espejos constelados.
Robaste caracolas  a la playa,
nardos a las orillas,
cofres y pergaminos a la arena.
En la playa atisbabas relámpagos de faro, redes y pescadores…
Y sin saber por qué no regresaste:
arrojaste la brújula , el timón a la banda
y  lanzaste tu proa hacia la niebla.
Rolabas en tu barca sin descuidar el norte,
la brisa te traía cuerdas y castañuelas,
fanales rutilantes sorprendían las sombras,
ardían mil candelas,
y crepitaban los maderos del naufragio sobre el horizonte
astral de fuegos fatuos y de hogueras.






jueves, 3 de noviembre de 2016

Los planetas de May


Quisiera visitar esos planetas
que están fuera del campo de mis ojos,
pero el presente niega mis antojos,
aunque mis sueños hagan las maletas.

Hay ocho rutilando en las maquetas,
siempre mi Pluto corre los cerrojos
o gruñe ante frecuentes desalojos,
porque es el perro de las historietas,

no el temible Señor de los Infiernos
oscuro y a la zaga de Neptuno
para mí es la minúscula pelota 

de la galaxia azul de mis cuadernos
 y en la tabla del sol número uno
por ser entre los astros su mascota.

No una luna remota, 
ni un lejano dios griego de abundancia,
ni el as de un cinto helado a la distancia,
sino el libre planeta de mi infancia.







jueves, 6 de octubre de 2016

Preludio


Envolverse en la seda,
dar a luz al amor en la aurora del tiempo,
amanecer la tarde al respirar la copa;
los dedos como pájaros perfuman el espacio,
mientras la rosa primordial le canta al viento
y se enciende en nosotros la mirada.
 Tú y yo sobre la luna
en los juegos del aire y en el rostro del agua,
que nos repite en ecos y latidos,
desde la tierra verde hacia estrellas calladas
que desgranan eternas serenatas,
 pintando nuestros nombres
 en la noche viajera 
que teje soñolienta su alborada.
Al borde del cariño,
quiere alegrarse el alma
 y el reloj de la sangre
en el temprano rosicler del día
sonríe entre fragantes llamaradas
en un fuego de menta
que acaricia las voces
 y apaga las distancias.


lunes, 3 de octubre de 2016

Exploración oceánica



He nadado hasta el bosque de coral
a buscar  el tridente de Neptuno
que mostraba la carta occidental
del templete erigido para Juno.

Detrás de mi escafandra de cristal
vi anémonas y peces, mas ninguno,
entre estrellas del viejo pedestal
con el perfil del hipocampo bruno.

Me sumergí detrás del atolón
por aquel monte vivo y escarlata,
entre las madreperlas de un peñón,

y encontré en la rocosa escalinata
el puño de azabache en un arpón
que era el caballo mítico de plata.


jueves, 1 de septiembre de 2016

Guirnaldas melodiosas



El camino se pinta de guirnaldas
con filas de canoros soñadores,
mientras el día pliega sus colores
hechizado de granas y de gualdas.

Un columpio animado a mis espaldas
se mece con la brisa entre vapores
y en la aurora un pincel de picaflores
matiza rosicleres y esmeraldas.

Mi ventanilla espeja sus perfiles
 vibrantes de zumbidos y aleteos
como alegres e intrépidos alfiles,  

y un orquestal concierto de gorjeos
 puebla el tablero espléndido de añiles
cuando en el cielo empiezan los torneos.








                                                  

Paisaje encantado

El arroyo discurre entre las peñas
en cascadas chasqueantes y espumosas,
se diría que ondinas misteriosas
salmodiaran sus cánticos risueñas.

   No son siempre visibles por las señas,
y se cuentan historias fabulosas,
                  si a menudo se muestran impetuosas                   
                                e irrumpen de repente entre las breñas.                               

Cuando el viajero inquieto por la espera,
sale de su escondite tras los pinos
para alcanzar a nado la ribera,

el agua se alborota en remolinos  
y la incierta emoción de una quimera
será alforja de todos sus caminos.

El ángel olvidado





Te he encontrado muy triste en medio de la plaza
entre los matorrales que alimentó el descuido,
tu aliada era una niña que partió hacia el olvido
con el sol que una tarde despidió en la barcaza.

Levanta la mirada y mira la terraza
 creo que en sus tapiales aletea algún nido,
 porque entre la espesura hay un trébol florido
y en busca de semillas planea una torcaza.

¿Acaso te hace falta la diadema de espliego
que esa amiga tejía en cada primavera
sobre tus margaritas que necesitan riego?

 Ondula tu cabello la vieja enredadera
con hojas de almanaque que he enrollado en un pliego
porque he vuelto a peinarte, yo soy tu compañera.





miércoles, 31 de agosto de 2016

Recuerdos dorados






Hay una imagen que a menudo añoro
 a contraluz de diáfanos reflejos.
que mi retina en mágicos espejos
esconde en el cendal de su tesoro.

El mar te recibía con un coro,
si el sol se distraía en los bosquejos,
nimbando tu silueta desde lejos
con un tibio joyel de tinta de oro.
    
Y en aquel arenal resplandeciente
entre piedras preciosas del paisaje
la llama de la alquimia fue la fuente

que encandiló el idilio del viraje
para sembrar de luz eternamente
el destino final de nuestro viaje.






lunes, 22 de agosto de 2016

Aguas seductoras




Funámbulos espectros repliegan las sombrillas
y luces soñolientas exploran el boscaje
de penitentes pinos que rezan al celaje,
mientras en la enramada se hamacan las ardillas.

Olas fosforescentes extienden sus mantillas
en la noche viajera que ha entoldado el paisaje,
y esa luminiscencia enciende este paraje
con vuelos de gaviotas que pueblan las orillas.

Y por la playa corre un perro entusiasmado,
buscando alegremente las sales bienhechoras,
seguido por los pasos de su dueño cansado

tras la ruda jornada que ha robado las horas
de la luz que refulge con libre desenfado
en la espuma que ofrecen las aguas seductoras.









miércoles, 17 de agosto de 2016

Querido árbol galáctico



En mi viaje celeste descubrí tu ramaje,
tus ramas infernales sobre el azul sidéreo
como si en tu planeta un bosque  deletéreo
te atrapase entre lianas de apetito salvaje.

Hoy agrego mi savia a ese rojo ropaje
para que tus raíces nutran el tronco férreo
y una corona de hojas perfume un verde etéreo
para enlazar las cintas que tejan tu follaje.

 Y el viento que fatiga tu alquería lejana
me ha visto y cambia a veces su arena por rocío
soplando de los polos el agua que te sana

para que tus espejos no reflejen el frío
sino una primavera que cante a la mañana
y palpite la vida en tu ensueño de estío.


viernes, 12 de agosto de 2016

Bendito Trigal





Una cortina de oro se agita a la distancia
si la brisa andariega perfuma la llanura
y entre prados de flores de fragante hermosura
                                 las espigas menean su espléndida elegancia.                                                                   
 En trenzas amarillas prodigan la sustancia
que enriquece la vida con amable ternura,
y el viajero admirado descubre la frescura
de los trigales rubios y su gentil prestancia

adornando el paisaje en un mapa propicio
que el sol ha destacado con su color divino
y privilegia el mundo tan noble beneficio

del cereal favorito como rey del molino,
bendecido por todos en su poder nutricio
de pan para los ricos y para el campesino.







              












lunes, 8 de agosto de 2016

Lluvia y luna



En la mano traías una flor amarilla
cuando vi tu sonrisa una noche de enero,
nos mandaba la lluvia hacia un lejano alero
                                 pero me señalaste una inmensa sombrilla.                                 

Prendiste el diminuto girasol en mi hebilla,  
tu corazón me hablaba por el camino entero
junto a un rayo, preludio del sonoro aguacero  
y un chasquear de burbujas sobre la alcantarilla

 Entonces nos miramos buscando una respuesta
y luces de colores chispearon en el suelo,
tal vez a fin de año quedaron en la cesta

fuegos artificiales para correr el velo
de aquel tropel de nubes que perdieron su apuesta,
porque una luna de oro nos reflejó en el cielo.



miércoles, 3 de agosto de 2016

Bonilunio



Era la luna una farola de oro,
y el río iba espejando sus torrentes
para que se mirara en sus afluentes
que le ofrecían un caudal sonoro.

Feliz resplandecía con decoro,
reverberaba plena en sus vertientes,
bruñendo con estelas esplendentes
el burbujeante curso tan canoro.

Y un sauce que dormía en las orillas
soñaba que doraba su melena
entre cascadas de aguas amarillas.

Tembló la luna al vislumbrar la escena
pensando en la hojarasca de la trillas,
buscó una nube y evitó la pena.


Pequeño ombú

Tan solitario y verde en medio de mi pampa,
lejos del bosque umbrío y de tus compañeros,
esperas la visita de pájaros viajeros
que aniden en tu copa para animar tu estampa.

Fuiste semilla acaso que rodó por la rampa,
volando desde lejos sobre vados y esteros,
el sol quiso salvarte de fuertes aguaceros
y te abrigó con luces en una vieja trampa.

 Eras el ermitaño de verdes arrabales,
besado por las tibias lluvias de mediodía,
que me ofrecía sombra entre los pastizales

 y en un impulso alegre cedí a tu cortesía,
 deseando ser tu amiga burlé mis soledades
para escribir mis versos en grata compañía.



martes, 2 de agosto de 2016

Mariposas sonoras

 
 Del diccionario escapan mariposas 
que vuelan al capricho de las brisas, 
tal vez sólo son letras indecisas 
que buscan la palabras misteriosas.

 Quizá sean grafías ingeniosas,
 felices caligramas de poetisas, 
  entre sueños de rimas y sonrisas
 exploran las estrofas más curiosas. 

  Sobre nubes rosadas de emociones 
va floreciendo el abecé disperso
 con el riego de rojos corazones

 y mi pantalla ofrece el cristal terso
 para atrapar bandadas de ilusiones
y dar a luz por fin el primer verso.
  





viernes, 29 de julio de 2016

Arbol de una existencia feliz










Éste era un árbol mágico que irradiaba colores,
su follaje de luces se proyectaba al cielo
y al final de la lluvia extendía su velo
para armar arcoíris con alegres albores.

Bajo su bella sombra yo miraba sus flores
perfumadas de dicha y prendía en mi pelo
alguna bien bonita que matizaba el suelo
y mi alma de inmediato se encendía de amores.

Me pregunté si él era un árbol de la vida
y entre sueños felices encontré la respuesta
porque sin darme cuenta descubrí la salida

por un camino llano sin subir por la cuesta
de penas o problemas y comprendí enseguida
que sus luces tornaban la vida en una fiesta.




lunes, 25 de julio de 2016

Amigas bajo la lluvia



La vida era una fiesta que regalaba amores,
jamás nos arredraban ni rayos ni centellas,
saltando sobre un charco salpicado de estrellas
abríamos felices paraguas de colores

se volvían sombrillas recogiendo las flores,
si el sol se divertía en las tardes más bellas,
las horas no entendían de envidias ni querellas
y los sueños tejían trayectos seductores.

Ahora que giramos en ronda itinerante
como un paseo atávico de luna cristalina
que transparenta el mundo de ayer en un instante

pintamos primaveras, jugando en una esquina,
 con risas que perfuman algún día fragante
de esta amistad que endulza como una golosina.



lunes, 11 de julio de 2016

Viajeros


Mientras me hamaco, miro
 el foco de la cámara, que es tu ojo virtual y consecuente,
 propicio a mi destino bajo algún cielo exótico,
 magnífico de sol o en claroscuro adiós de golondrinas.
 De pronto estoy aquí, frente al amanecer impostergable
que irrumpe tras un lienzo de gaviotas,
 pintando con sus luces de bengala praderas florecientes de colores.
Tal vez me has observado con sigilo
 puertas adentro de un palacio, desde el acantilado
 con rejas entreabiertas para encantar al más osado forastero,
  a través de moriscas ojivas desveladas
 o troneras afuera del navío, anclado en la bahía solitaria.
Me inundas de repente de verde ilusionado
para latir de nuevo en primavera
con tu mirada pródiga de océano
sobre el vaivén de la ola o de un columpio
que es pulso enmascarado y evidencia
 de la curva vital que navegamos.

viernes, 20 de mayo de 2016

Mi querido Patrick




Este es un niño acuático con alma de delfín.
Nadie puede alcanzarlo cuando toma carrera,
yo absorta lo contemplo desde el principio al fin,
pues vuela en la piscina y por la rada entera.

Apenas se zambulle, ya cuadruplica el salto
y empieza a batir ondas cual si fuera un ciempiés,
sus brazos y sus piernas salpican el basalto,
si nada de costado de frente o al revés.

“Nomen est homen” -dicen- èl se llama Patricio
y en la escuela es “el Pato” para los compañeros
verlo en el agua es fiesta, que nadar es oficio

del pececito de oro con aletas humanas,
amigo de Neptuno, quien le hace beneficio,
pues todas las sirenas se sienten sus hermanas.


lunes, 16 de mayo de 2016

Noctámbula



De vez en cuando vuelves de otra noche
a la noche esencial y primigenia.
Todo en silencio aguarda y tu sonrisa
florece hasta volverse margarita
y se perfuma el aura que ventilas
con luz de clorofila en primavera,
porque apremia el cariño en la ventana,
 el  beso y una lágrima se asoma
translúcida, temblando en tus estrellas
como una estalactita diminuta
a punto de irisarse en mil cristales.
Y así, cuerdas adentro, suspirando
te quedas como novia que presiente
la entrada del cariño en su buhardilla.
¿Será algún rubio sol en la penumbra,
o un moro con las cejas golondrinas?
 Miras el muelle azul con esperanza,
y el sendero se embriaga de alhucemas
con el eco de  pasos que te invaden
se acercan y te cercan en su pausa,
pues la noche primera en esta noche
reconoce el trayecto hacia  su estuario,
desdeñando el tictac de los relojes.

jueves, 21 de abril de 2016

En el fin del mundo


En el fin de la tierra encontré una gaviota
que alcanzaba en el vuelo una playa nevada,
 bien deseaba que fuese mi alma libre e ignota
 pintando evanescente su silueta plateada.

Extendía mis brazos en la borda del barco,
pues la metamorfosis prometía ser breve;
 pensé que yo era el ave ascendiendo en el marco
de los siete colores que esmaltaban la nieve.

La alegría me aislaba de mi entorno viajero:
mar y cielo confluían y un silencio rotundo,
marcando  la frontera de aquel etéreo albero.

Fui pájaro o fui  hada ya en ensueño profundo,
mi levedad flotaba en torno al orbe entero
y crucé el arco iris en el final del mundo. 








domingo, 6 de marzo de 2016

Espejismos de otoño



Despertaba el otoño a la hora pactada,
la niebla se esparcía con efluvios de nardos,
y el olvido en el campo azuleaba los cardos
fingiendo primaveras de tarde enamorada.

El sol en su crepúsculo hechizaba la aguada,
y entre cuerdas y vino recitaban los bardos, 
sobre el ramaje espeso soñaban los leopardos
ardorosos idilios de una noche dorada.

Y yo busqué tus pasos en la bruma hechicera
de un mayo anaranjado con letargos profundos
que cambiaban indicios en la nube viajera

por rojos espejismos en cielos vagabundos,
mas sólo era un esbozo de luna pasajera
que eclipsaba miradas en este y otros mundos.








jueves, 7 de enero de 2016

Romance en el Lácar



¿Recordarás acaso cuando tú me esperabas en la punta más alta de la luna?
Era cuarto creciente junto al lago de plata,
frente a la cordillera con sus góticos picos tan níveos y virtuosos.
Se peinaban las ondas como novias de espuma, 
si el viento enamorado las besaba con silbos obsecuentes.
¡Ah el viento patagónico del Lácar de febrero! 
Y tú y yo en la piragua dorada de la luna bajo la noche centelleante de luceros…
Y luego el plenilunio, majestuoso y callado, 
llevándonos a cuestas por todo el universo, pletórico de estrellas o azucenas.
De pronto fue el menguante bajo la lluvia helada, 
tú y yo, desorientados,
 de la proa a la popa de la luna,
que rolaba borrosa y desmayada hacia occidente.
 Y nosotros buscándola y buscándonos,
  y el cielo encapotado en el austral silencio.
 Fuimos entes perdidos en la galaxia incierta y solitaria
bajo aquel novilunio que no nos recordaba (y aún era verano)
 Sólo el celeste etéreo del Lácar argentaba
cuando el frío silente iluminó de nieve aquel nocturno.
https://youtu.be/u8s6bBWVLg0