jueves, 28 de septiembre de 2017

La niña del vado




Hoy la boca del muro se ha cerrado
y con ella la voz de la confianza,
no canta ya la niña en la esperanza
de nadar con los peces en el vado.

El brujo su secreto ha develado,
la tiene prisionera y no hay templanza
en su carácter rudo ni añoranza
de aquellos dulces juegos del pasado.

No le basta la torre para encierro
la ha privado del sol y del paisaje
 y asegura el cerrojo con el hierro,

porque la vio danzando en el anclaje
y temiendo sus celos algún yerro,
el captor evitó un futuro ultraje.

Mas se olvida del paje,
que es leal a la niña y con la soga
trepa por aquel muro que la ahoga:
el bote espera abajo entre el celaje
que la aurora boreal alumbre el viaje.











jueves, 21 de septiembre de 2017

Equinoccios y solsticios


 Me alegra que te marches, prolongado solsticio,
anhelo que florezca la desolada huerta
no te escondas artero por detrás la puerta,
 pues se cuela aire frío por un tenue resquicio.

Equinoccio, prodiga tu color y el bullicio
por patios o jardines, si la vida despierta,
que las flores recuerden por fin la voz de alerta
y exhiban sus corolas espiando por el quicio

de ventanas abiertas y rejas perfumadas
con fragantes jazmines y rosas diminutas,
que desplieguen sus redes con impulso selvático

de ráfagas marinas huyendo por las radas,
que orienten al viajero por la sal en las rutas
 y el ansia de las moras irrumpa por mi ático,





miércoles, 20 de septiembre de 2017

Margarita y mariposa






La niña preguntó a la mariposa:
-¿Por qué esa blanca flor lleva mi nombre?
No es que su encanto y prodigalidad me asombre,
aunque no niego que soy muy curiosa.

“Quiero un jazmín, o el alhelí y la rosa
soy el floricultor -me dijo un hombre-,
busco un tapiz que la pradera alfombre
con su belleza nívea y luminosa.”

-Silvestre es el encanto que te habita,
pues tu modestia fluye desde el centro
del foco de oro en que la vida asoma;

 por eso, si te llamas Margarita,
verás que el sol te mira desde adentro
e irradia rubio y campesino aroma.

 Por detrás de la loma,
la sabia mariposa con premura
revoloteó detrás la espesura.




La frambuesa, el unicornio y yo


Cariñoso potrillo, me visto de princesa
para explorar contigo los bosques del ensueño
y encontrar en su fronda, si busco con empeño, 
el mensaje de un duende o alguna otra sorpresa.

Junto a la fuente clara me invita una frambuesa
a pintarte los belfos con su jugo y, risueño, 
 me miras esperrando que se llene el barreño
con la fruta exquisita que agridulce nos besa.

Hoy luces el bonete, pirulí o caramelo,
que en tu frente un demiurgo pinceló en su locura
con mágicas pociones, y emprendo la aventura,

desplegando las alas que nos llevan al cielo,
porque el zumo de frutas jugó su travesura, 
y planeando en el éter  remontamos el vuelo.

Y el enigma revelo
del cerco de frambuesas encantado
que nos regala el misterioso hado.



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Frente al sol


domingo, 17 de septiembre de 2017

Por siempre, Pequi González



Quien dice que los gatos son interesados
no conoce los gatos.
Tú no querías nada, tan sólo saludarnos en la cena
Venías  despacito, 
con tu estilo muy fino y elegante
como ensayando el paso delicado
de un etéreo ballet en blanco terciopelo
con tus suaves polainas silenciosas
que lustraban con mimo la madera.
“Aquí estoy”-anunciabas- para dar tu presente
(que hoy me hace tanta falta),
y nos mirabas
con tus ojos tan verdes y orientales,
entornados con dulce complacencia,
mensajeros de amor correspondido…
Ausencia inesperada...  
Cuarenta y siete días y te añoro,
quiero decirte adiós, 
pero no puedo,
si hasta me duele el alma,
con la genuina revelación de su existencia,
 porque duele
de una manera atroz
 e irrevocable en las partidas.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Fresno mágico

 
La nieve tapizaba la pradera,
se helaba el fresno seco con un ruego:
“Si me anima la lluvia con su riego
tal vez renazca con la primavera....”

Las estrellas temblaron en su estera:
“Este árbol tiene tal desasosiego
que ni al rayo, a sus sierpes o a su fuego
le teme en esa súplica postrera.”

Filtraron con un guiño inteligente
sus haces el cedazo de la luna
para besar los surcos del ramaje

y despertó la savia que impaciente
bajo el mágico auspicio de una runa
pintó flores de luz en el paisaje.

Encantado boscaje
donde los astros en cordial alianza
alumbran la belleza y la esperanza.




viernes, 1 de septiembre de 2017

A Miguel de Cervantes





Miguel, yo te venero, tu prosa me  enamora,
eres, sin duda alguna, señor entre señores,
como tu caballero mereces los honores
de seguir sus caminos en la tarde que aflora.

Acaso  me he sentido Marcela, la pastora,
con su blusa bordada y mi falda de flores,
 mimando a mis  corderos, silbando a los azores,
libres entre collados, al estrenar la aurora.

Y a veces Dorotea, triste y abandonada,
con inciertas promesas y su sueño perdido,
doncella vengadora que cambió su vestido

  por prendas de muchacho, al bordear la cascada.
Quiero ser otra rosa por tu pluma inventada
sálvame con tu historia del frío del olvido.

Pues sueño con mi nido,
alero de cartón de tapas rojas
mi sangre, tinta azul entre tus hojas.