domingo, 28 de mayo de 2017

Diálogo entre el abuelo y su nieto








-Abuelo, a veces pienso que quiero ser maestro
 -Enseñar a los otros es tarea muy noble
  con tesón y paciencia armas tu juego doble,
 y ese don pedagógico se enciende con tu estro.

 - Pero además, abuelo, quiero ser ebanista,
  trabajar la madera, con estilo y con gracia
  o pintar sobre el lienzo flores y hojas de acacia
  -Entonces, niño mío, tu quieres ser artista.

-Y también ser poeta, ¿es difícil, abuelo,
       escribir esos versos que lee mi profesora?
-Sólo hay que oír las voces de algún ángel del cielo…

 Cuando éste nos habita, toda el alma se dora,
       entonces las palabras van remontando vuelo
       como azules cocuyos en la mágica hora.
      
       Y la poesía mora
     en la mente, el cuaderno, el pliego o la pantalla,
     y el corazón aflora
      o es flor que va exhalando perfume y no se calla.




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