jueves, 1 de septiembre de 2016

Paisaje encantado

El arroyo discurre entre las peñas
en cascadas chasqueantes y espumosas,
se diría que ondinas misteriosas
salmodiaran sus cánticos risueñas.

   No son siempre visibles por las señas,
y se cuentan historias fabulosas,
                  si a menudo se muestran impetuosas                   
                                e irrumpen de repente entre las breñas.                               

Cuando el viajero inquieto por la espera,
sale de su escondite tras los pinos
para alcanzar a nado la ribera,

el agua se alborota en remolinos  
y la incierta emoción de una quimera
será alforja de todos sus caminos.

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