miércoles, 3 de agosto de 2016

Bonilunio



Era la luna una farola de oro,
y el río iba espejando sus torrentes
para que se mirara en sus afluentes
que le ofrecían un caudal sonoro.

Feliz resplandecía con decoro,
reverberaba plena en sus vertientes,
bruñendo con estelas esplendentes
el burbujeante curso tan canoro.

Y un sauce que dormía en las orillas
soñaba que doraba su melena
entre cascadas de aguas amarillas.

Tembló la luna al vislumbrar la escena
pensando en la hojarasca de la trillas,
buscó una nube y evitó la pena.


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