viernes, 2 de agosto de 2019

El parque en primavera




La glicina se abrazaba del ramaje
fascinando a la glorieta centenaria;
sus racimos deslumbraban al follaje
de aquel árbol olvidado y solitario
.
Se sentían las ardillas desplazadas:
"Esa intrusa vive a expensas del abuelo"
-Sólo trepa con sus lianas enlazadas
respondíanles las hojas con recelo.

Tan hermosa era su flora en la espesura
que el color hipnotizaba picaflores,
y la brisa difundía con holgura
una nube perfumada de vapores.

Pues el parque sonreía primaveras
entre luces matizadas y silbidos,
anunciando con fervor de mil maneras
que la vida despertaba con sus nidos.










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