Maga azul espejada por la lluvia
en viaje equinoccial
hacia el oriente
desafiaste el turbión serenamente
sobre tu aromo de melena
rubia.
Al tramontar viviste
lo soñado
y un ángel te esperó con la sonrisa
del otoño dorado por la brisa
bajo un tamiz de luz acrisolado.
Y con raudo galope en tu pegaso
cruzaste la frontera en un conjuro
agitando el granizo de tu vaso
sobre el verde tapete del futuro,
y un cristal del diluvio en el ocaso
No hay comentarios:
Publicar un comentario