martes, 28 de julio de 2015

El abuelo, la niña y la fragata (para el cuadro de Celeste del Pozo



 Te mira Buenos Aires, fragata enamorada,
 de estas aguas leonadas que dan siempre cobijo
al nauta que promete, sea extranjero o hijo,
 respetar las insignias de tu tierra sagrada.

No habrá motín alguno ni una artera emboscada
que pueda someterte ante un fraude  prolijo:
-Seré sólo la novia del puerto que yo elijo-,
canta tu voz de pueblo en fogosa algarada.

Te saluda la sangre de tres generaciones
de gallardos marinos que extendían tu vela
por conocer los mares de exóticas naciones

y hoy te elige Celeste para su bella tela,
recordando a su abuelo quien honró tus blasones
hablándote de hazañas camino hacia la escuela.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario