miércoles, 20 de mayo de 2015

Existencial



Y así elijo esta noche
tan azul de misterio con sombras que susurran
centelleantes incógnitas que encienden la pregunta
invariable y eterna
¿dónde vas, vida mía?,
 ¿tras la nube de insomnio?, ¿tras la puerta final del laberinto?
¿tras la carrera incierta de las cebras salvajes más allá de la jungla
sin oriente y sin cielo ?
 Danzan nuestros caminos serpenteantes y ambiguos
que de pronto se apartan y de pronto se encuentran
 en esta encrucijada tan díscola y confluente.
Así entre verdes bosques o por la blanca estepa, sobre el glaciar tonante que estalla en azulejos y espeja nuestro océano.
 Y es así noche a noche, Atlantes distraídos,
sostenemos la ínsula mítica y trashumante que a veces habitamos,
trazando esta parábola con el compás del tiempo de la leyenda urbana.

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