domingo, 31 de marzo de 2019

Claroscuro



Una puerta celeste he descubierto
tras el dosel rosado de la luna
y de pronto me encuentro ante la duna
de un universo insólito e incierto.

Tal vez dormida pienso que despierto
y la rueda fugaz de la fortuna
me arroja hacia el futuro de una runa
que anuncia displicente que ya he muerto.

Y la laguna ambigua me refleja,
esperando el balandro del destino,
cuando se hunde mi pie como una almeja

en el musgo fangoso del camino
y al librarme mi mente se despeja
de la onírica niebla en esfumino.






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