miércoles, 2 de abril de 2014

Vuelta de perro

 
 

Hoy has bajado a verme o he subido a tu cielo, 
cuando te extraño, levanto andariveles a tu nube
 y me llevas deprisa en tu monotrineo
 por esas latitudes
 de galaxias tan claras y oscuras peñas ciegas,
 manchones aerolíticos que esmaltan tu pelaje
 siempre tibio y latiendo,
 rotando y trascendiendo en mi escritura,
 a pesar de este frío que me recorre toda,
 cuando cruzo sonámbula,
 esa negra frontera que me oculta tu estampa. 
He comprado tu nombre en la plaza de pinos:
 ¿te acuerdas, compañero, de esa vuelta del perro, 
cuando íbamos buscándolo por caminos de greda 
 sin plan y sin destino, ávidos de aventura? 
 Pues lo he encontrado escrito en la luna de plata 
que cuelga de mi cuello para evocarte siempre.
 Tú me llevas ahora por tus parques de estrellas 
 y yo sigo tu sombra en la linea de ascenso. 
 
 

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