Hoy la boca
del muro se ha cerrado
y con ella
la voz de la confianza,
no canta ya
la niña en la esperanza
de nadar
con los peces en el vado.
El brujo su
secreto ha develado,
la tiene
prisionera y no hay templanza
en su carácter
rudo ni añoranza
de aquellos
dulces juegos del pasado.
No le basta
la torre para encierro
la ha
privado del sol y del paisaje
y asegura el cerrojo con el hierro,
porque la
vio danzando en el anclaje
y temiendo sus
celos algún yerro,
el captor
evitó un futuro ultraje.
Mas se olvida
del paje,
que es leal
a la niña y con la soga
trepa por aquel
muro que la ahoga:
Eres poeta, May, poeta de lunas y quebrantos.
ResponderEliminar