Tan
solitario y verde en medio de mi pampa,
lejos del
bosque umbrío y de tus compañeros,
esperas la
visita de pájaros viajeros
que aniden
en tu copa para animar tu estampa.
Fuiste
semilla acaso que rodó por la rampa,
volando
desde lejos sobre vados y esteros,
el sol
quiso salvarte de fuertes aguaceros
y te abrigó
con luces en una vieja trampa.
Eras el ermitaño de verdes arrabales,
besado por
las tibias lluvias de mediodía,
que me
ofrecía sombra entre los pastizales
y en un impulso alegre cedí a tu cortesía,
deseando ser tu amiga burlé mis soledades
No hay comentarios:
Publicar un comentario