Una cortina de oro se agita a la distancia
si la brisa
andariega perfuma la llanura
y entre prados de flores de fragante hermosura
las espigas menean su espléndida elegancia.
En trenzas amarillas prodigan la sustancia
que
enriquece la vida con amable ternura,
y el
viajero admirado descubre la frescura
de los
trigales rubios y su gentil prestancia
adornando
el paisaje en un mapa propicio
que el sol
ha destacado con su color divino
y privilegia
el mundo tan noble beneficio
del cereal
favorito como rey del molino,
bendecido
por todos en su poder nutricio
Me encantó, un soneto Magy, bello en imágenes, meciéndose
ResponderEliminaren su faena tu Bendito trigal, ilumina como el sol.
Un abrazo.Bendita la pluma que te inspiró.-
Gracias, amiga poeta, y la pluma debe ser el mismo penachito del trigo que es tan bonito y generoso.
ResponderEliminarTu poesía se enriquece día a día y "verso a verso" como la anción. Sigo tu obra.
Cariños
Hola, es precioso, lo publiqué... Saludos...
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