Con tan esbelta y elegante estampa,
buscas en plena sierra el alimento,
buscas en plena sierra el alimento,
refinado y balsámico sustento,
entre hierbas y flores de la rampa.
Para ti no hay fronteras y no hay trampa
que pueda sofrenarte en el intento
ni cambiar de galope a paso lento,
cuando tus huellas
laten por la pampa.
Eres la madre bella y amorosa
enseñando el galope a sus potrillos
que emprenden la carrera venturosa,
mientras el rubio sol dibuja anillos
sobre tu grupa tibia y luminosa
que refleja el paisaje con sus brillos.
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