de viaje con la lluvia
pasajera
que humedece la
tierra en el estío
mientras pinta con flores tu pradera.
Y soy el aire plácido en los sueños,
la brisa sibilante en tu persiana,
el fuego que chispea entre los leños
y que aviva el amor cada mañana.
Sólo me justifica tu existencia
tu búsqueda me salva del olvido
Y despierto ante ti y en tu presencia
resplandece la luz, canta el sonido
se redime el vacío de tu ausencia
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