En las noches de brujas se despiertan mis magas
y recuerdan hechizos
de tiempos medievales
aquelarres antiguos y filtros ancestrales
que los viejos aedas cantaban en sus sagas.
SI una lira armoniosa encantaba las dagas,
y en suspenso quedaban las espadas feudales,
los guerreros buscaban eternos manantiales
de adorables nereidas lejos de horas aciagas.
En los bosques de
robles vuelan hadas azules
bailan xanas de oro
por la umbrosa alameda
y en el fresno las nornas entrelazan caminos
de la vida que aguarda
durmiendo entre los tules,
ajena a la estrategia
de la mágica rueda
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