Un ballenato en Buenos Aires
¿Acaso eres escolta, mi gentil ballenato?
¿O has partido de Madryn prendado del paisaje?
Tal vez has presentido que yo emprendía viaje
y entraste en el Mar Dulce nadando largo rato.
Quizá viste algún cuadro o te contó algún pato
que yo te extrañaría y tentaste el viraje.
Nunca pensé que fueras alguna vez mi paje,
¿encontrarás tu estrella después de este arrebato?
Lejos tu Doradillo, lejos tu azul península…,
recalas en El Plata, hondo y exuberante.
¿Te engañó el sol de agosto o la luna hechicera?
¿Te prometió el meteoro alguna verde ínsula,
y orientaste el trayecto a un puerto fascinante?,
¿o perdiste tu rumbo, detrás de una quimera?
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