Yo que soy de la paz ciño mi escudo
al proteger tu imagen de inocencia,
niño de mis desvelos y evidencia
de tan altos afanes, hoy acudo
para orientar las flechas insidiosas
hacia mi espalda herida y flagelada
por esas asechanzas de la vida,
mas si tú eres feliz, no duelen nada...
Festejemos la entrada
del libro con dibujos y poesía,
como mi madre me enseñó aquel día.
Gracias mama..hermoso para los bebes
ResponderEliminar