Se nos quedó el amor en noche azul,
sobre rosas de escarcha tras la helada
de la rivera blanca en la nevada
bajo nubes de raso, sueño y tul.
Y te has quedado al pie de un abedul,
único de su especie en la explanada
de pinos centinelas, perfumada,
que esconden la carrera de un huemul.
Yo patino hacia ti sobre este lago
celeste con la luna en cicloramas
que filtran sortilegios de algún mago
alerta que es lucero entre las ramas
con candelas secretas que no apago
pues suelen encenderse si me amas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario